CLORAMA...¿ADIVINAS QUIÉN ES



- Clorama es un ser que puede ser muy afable, cordial y cortés; pero  a su vez muy tenaz en lo que hace, y de por si su vientre vive enclaustrado en un coselete, donde su corazón late por decisión cerebral.
Este ser suele prosperar cuando se le antoja, y es por eso que hoy les vengo a contar como Clorama perdió la dignidad por culpa de su presunción.

- A pesar de que Clorama creía que su corazón lo dictaba él y nadie más que él, nunca pensó que podría sentir dilección por otro engendro. Pues ese día después de haberse colado en las entrañas de aquella aterradora y amorfa barbaridad, Clorama tuvo una dialéctica confusa y colérica... por lo que decidió volver a ponerle candado a su coselete.
Seguramente ustedes están pensando que este ser, habrá llegado a su morada a desmoronarse he irrumpir en un mar de lágrimas. Pero no; Clorama sentía todo esto pero no odiaba nada más en esta tierra que alguien pasara a llevar su altivez, por lo que los sentimientos de dolor los guardó para tomar coraje y recobrar venganza algún día. 

- Posteriormente hubo un tiempo en que este distinguido ser se veía cabizbajo pero siempre merodeando al engendro horroroso, era propicio adularlo cuando  se topaban y con mesura acercándolo nuevamente. 
Hasta que un día el majadero y mentecato engendro del cual Clorama había sentido después de una larga vida una pizca de afición, necesito de la ayuda de nuestro querido personaje.

Clorama entró en un estado de embeleso y elevación, después de un tiempo debía sentirse entusiasmado por haber creado  en su cabeza un real sentimiento de venganza...

Pues ocurrió que Clorama al ver esta aterradora figura nuevamente olvidó lo tenaz, y consecuente que podía ser en la vida, y terminó por perder su dignidad.
Su presunción se desmoronó por debajo de la tierra, el coraje por el cual era reconocido por los demás ya no existía, y esa figura distinguida que todos veíamos se esfumó... 

Clorama no lo amaba, había engendrado tanto odio por perder su altanería que un gesto de cariño luego de un largo tiempo hizo destruir al guerrero afable que la ciudad conocía.

Moraleja: Por mucho que un ser humano sea orgulloso y ensimismado, con un solo gesto de cinismo puede ser relamida su dignidad.

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