Sorda y muda

 



Trabajaba en un A-cuenta de la comuna vecina como empaque, era un día antes de navidad, el súper cerraba a las 21hrs y eran las 23:16 y seguíamos ahí. Las filas eran interminables, no hubo compañero que no hubiese alcanzado turno y que no nos hayamos forrado ese día.
Estábamos felices porque los bananos ya nos pesaban de dinero, pero dolían las piernas porque al menos yo llevaba de las once de la mañana ahí sin parar, bien hambrienta la weona.

Estoy empacando a una señora y tras de ella un par de tipos comienza a decirme "si no tiene bolsa yo se la hago mamita, con esas caderas me la envuelvo hasta alusa". No reaccioné, se me tenía que ocurrir algo antes de que comenzaran a atenderlos; Le guiñé un ojo a la cajera para que se diera cuenta que debía seguirme el hilo, le dije a mi compañero de la caja de al lado que me iba hacer la sorda para que no me hueviaran y se río pero quedó expectante a mi jugada.

Llega el momento en que les toca pagar y yo les hago señas de que no hay bolsa, y me dicen "pero preciosa si no tiene bolsa, échemela aquí", a lo que yo le indico con mi mano mi oído y les hago saber que no oigo y no hablo. Mi compañero se acerca y les corrobora que yo soy sorda, así que no podía escucharlos que tenían que pasarme el carro no más y yo hacía mi trabajo.

Se pusieron rojos, verdes, morados, y de todos los colores... no sabían donde meterse!!! La cajera al presenciar todo esto se sentó en su silla y se dio una vuelta dándoles la espalda para reírse disimuladamente y volver de cara a ellos. ¿Cómo van a cancelar, efectivo o red compra?


Oiga señora por favor, dígale a la niña que lo sentimos mucho, de verdad nosotros no sabíamos. No quisimos molestarla.
Bueno, se encogió de brazos la cajera... La verdad es que no los oyó así que no hay problema.

No sé por qué les habrá causado tanto cargo de consciencia el webiarme, pero antes de partir me dieron 10 mil pesos, y me dijeron que pasara una hermosa navidad. Y yo la muy concha de su madre, les hice con la mano que me dijeran más lento para poder leerle los labios.
Y los hice hablar en cetáceo para ridiculizarlos: QUEEEEEEEE PAAAAAASEEEE LIIIIIINDA NAVIIIDAAAAD, y dibujaba en el aire un arbolito el weón de atrás...

Ahí les agache la cabeza diciendo gracias y se fueron. La cajera y todos mis compañeros esperaron que se fueran y corroborar que salieran del supermercado para soltar las carcajadas. Pero no terminó ahí la talla; La siguiente persona que venía, me mira fijamente y toma una bolsa imaginaria y la echa al carro, como tratando de hablarme en señas para que yo supiera que le tenía que echar las cosas ahí.

No, no se preocupe le dije... si los estaba agarrando pal chuleteo por haberme tratado de piropear.
A lo que la fila entera de mi caja reaccionó riéndose, otros aplaudieron, el de más atrás grito weeeena weeeena!

Y ahí ya me dió vergüenza ajajajaja!

Comentarios