Odisea en un espacio paralelo: Misioneros

 








Al entrar a su habitación, Amory se desvanece sobre su cama como si su energía se agotará a cero, comienza a a sentir una fatiga enorme y al tomar una posición fetal antes de cerrar los ojos alcanza a ver un reloj de pared marcando las 23:59.

Por otra parte, Regenkind se encontraba en un pequeño escritorio de su habitación escribiendo sobre su aventura desde el bosque hasta el momento junto a Mutig y Stark; dentro de su concentración en la escritura comienza a sentir un pequeño efecto tinnitus en el oído y por consiguiente comienza a ver borroso. A lo lejos oye una voz muy familiar que decía "búscame", no pasaron segundos y Regenkind cayó dormido sobre su agenda.

Eran las 00:03 cuando Amory se comienza a despertar con una liviandad extraña, y entremedio de telas y ropa que no comprendía por qué estaban ahí. Era su vestido, y al lograr desenredarse de él nota que estaba completamente transformada en un hermoso gato negro de ojos verdes y bigotes alargados. Ella sabía que iba a ocurrir, y era lo que estaba esperando para poder espiar la misión secreta de Regenkind, pero esa noche decidió descansar. Al momento de acomodarse en los ropajes de su cama para conciliar el sueño, escucha un golpe en la habitación de Regenkind.

Intrigada y preocupada comienza a observar por donde puede salir, hasta encontrar uno de los tragaluces de la pieza que bordeaba las cenefas de los soportes de las cortinas. Al asomar la cabeza se encuentra a otro gato, con el pelaje de un siberiano y los colores de los bosques noruegos, pero al ver sus ojos amarillentos supo de inmediatamente que se trataba de Clío.

¿Dónde vas Amory?, pregunta Clío meneando la cola y cerrando sus ojos lentamente con pereza.

He oído un ruido extraño en el dormitorio de Regenkind, un golpe y me he preocupado. ¿Me acompañas a ver?, contesta Amory.

Por supuesto! Sé como entrar, sígueme.

Ambos felinos con su destreza y caminata elegante  corren por el piso de la sección de las veletas, suben a un barril de vino y Clío hace un gesto con la cabeza para subir al techo donde se encontraba una escotilla de salida que daba a un estanque de agua.

Si tus planes son espiar a Regenkind, esta es la mejor vista que puedes tener y entrada a su habitación, menciona Clío con destreza. 

Hey! Mutig...Stark! Amory entrará a su habitación, no hagan alboroto, les avisa Clío a ambos.

Pero los erros a esas horas ya estaban rendidos por el sueño así que solo lanzaron un resoplido y siguieron durmiendo.

Amory asoma la cabeza por la escotilla y se percata de que su amigo viajero estaba dormido sobre el escritorio, y por un segundo dudó de despertarlo... pero era responsabilidad de ellos mantener sus energías para que sus tareas salieran bien, por lo que tenían que dormir bien. 
Así que decide saltar sobre su espalda, y Clío al quedarse arriba le entrega una mirada de flojera diciéndole, hasta aquí llego yo, me ha bajado el sueño, me iré a mi habitación; !Buena suerte!

Regenkind al sentir el salto de Amory en su espalda, se comienza a despertar con lentitud y confusión; se endereza con los ojos apretados, dando giros a su cabeza para destorcer un poco su cuello y al levantar los brazos y bostezar, abre los ojos y ve al gato negro, tranquilo y con una mirada muy penetrante sentado sobre su escritorio.

¿Y tú de donde haz salido? Qué bonito minino, ¿Cómo te llamas?

Amory en su máxima expresión gatuna, achina sus ojos tratando de decirle que no es gato sino gata, y adopta una posición erguida y de perfil para intentar hacer que Regenkind infiriera que era ella.

Oooh! pero no me digas que además eres un regalón, ¿Quieres cariño?, ven aquí.

A Amory en ese momento le hubiese gustado estar como humana para llevarse la mano a la cara y hacer enterarse a Regenkind que era un ciego, pero al momento en que Regenkind la toma en brazo y le comienza a hacer cariño en el cuello, ella cae en un estado de relajación enorme y por instinto comienza a ronronear y cerrar sus ojos.

Creo que deberíamos dormir amiguito, hay que guardar energías para mañana, por el momento te llamaré  Yapa, porque haz aparecido como una compañía extra, le dice él dejando a Amory en la cama entre dormida.

Regenkind se acuesta a su lado y lo abraza, mientras le acaricia el cuello y se duerme escuchando el sonido más equilibrador del mundo, el ronroneo.

En lo profundo del subconsciente de Amory, y cayendo a un sueño profundo, ella alcanza a formular la última pregunta antes de dormir...

¿Sabrá este que me está apretando mis bubis?, cae en su profundo sueño.


Corren las horas por la noche y por la escotilla de la habitación de Regenkind comienzan a asomarse rayos de Sol y colores infinitos de las mariposas dirigiéndose a las veletas. Amory en su intento de estirarse como gato y amasar el aire para liberar su pereza, bota de la cama a Regenkind.

Él con el dolor que le provocó el costalazo en el suelo, se despierta de inmediato y al mirar hacia su cama divisa la figura de una mujer en ropa interior terminando de alzar sus brazos y despertar. Sin comprender nada, pero absolutamente nada lanza un feroz grito:

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!!!!!

Amory al mismo tiempo, abre sus ojos y nota que está transformada a humana y además en paños menores y su reacción fue exactamente la misma:

Aaaaaaaaaaaaaaah!

Mutig y Stark pegan un salto de asombro sin entender que pasa, uno de ellos ladea su cabeza mirando la escena y el otro ladra para tratar de comprender.





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