Tu eres medicina

 


La sensación de curarnos para el ser humano puede ser una especie de sentimiento abrumador, como también un desafío.
Pero sin saberlo, o muchas veces sin permitirnos pausas, no nos damos cuenta que en el planeta donde estamos parados y con quien convivimos... es la cura.

Por eso cuando no tengas a quien recurrir, cúrate...Con los rayos del Sol por diez minutos cada mañana.
Sal por la noche a recibir la luz de la Luna y su brillo sanador, con el sonido del mar, los ríos, o cascadas.  Deléitate con el sonido del aleteo de las aves para salir de tu zona de confort, aprovecha de pedir permiso a las mentas, hibiscos, neem y otras flores para saborear una buena infusión de sus poderes.

Endulza tu vida con manzanilla, canela, manzanas, albahaca, romero... Reconfórtate con un café acompañado de vainilla, o un buen té con canela. 
Al momento de servir una taza infusionada, proponte al girar la cuchara para revolver que le estás traspasando amor, en lugar de usar azúcar. y tómalo bajo las estrellas.
Siente cuando te besa el viento, o como te abraza la lluvia.
Conéctate con tus pies descalzos caminando por la tierra... Y con todo lo que provenga de ella.

Cultiva tu inteligencia cada día, escucha tu intuición, observa al mundo con el ojo de tu frente. Salta, canta, baila... para que seas más feliz. 
Pero cúrate, porque tú eres tu propia medicina.

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